jueves, 26 de marzo de 2015

ENSAYO SOBRE LA POBREZA Y EL DEPORTE

EMIL ZATOPEK La Locomotora
Decía Emil Zatopek, que  un atleta no puede correr con dinero en los bolsillos, sino que ha de hacerlo con esperanza en su corazón y los sueños en la mente. Zatopek que corriendo se salvó del bombardeo nazi  ignoraba  su pronación o supinación. El escritor Jean Echenoz decía en su NO biografía sobre el checoslovaco que: ” La forma de correr de Emil Zatopek nunca fue muy ortodoxa, daba la sensación de que iba al límite y que en cualquier momento se iba a desplomar del esfuerzo. Corría haciendo pivotar violentamente los brazos a través de su torso torcido, mientras que un rictus desfiguraba el rostro. Con la boca abierta, deformada por el esfuerzo, parecía buscar con desesperación el oxígeno perdido. La imagen de Zatopek era la de un hombre en agonía, corriendo con la mirada puesta en los cielos esperando una mano misericordiosa”.   Es la forma de correr de los pobres, que corren contra todo, con más voracidad por la gloria y mayor apetito para saciar, reprobados en la prueba de lactato, despojados de la incomprensión de su esfuerzo desoyen el porcentaje de sudoración. Correr es una forma de ser pobre de la que también se puede salvar corriendo.
Se preguntaba Emil Zatopek, “¿Para qué voy a correr lento si ya se correr lento?, debo aprender a correr rápido”.  Frente a la carrera no ser pobre es la única desventaja. Laberintos de fórmulas matemáticas prestadas al mercadeo pretenden balancear las cosas infructuosamente, creyentes religiosos de la sabiduría al pie de página, desdeñadores del silencio entrelíneas cultivado en rodajes largos que es indecible. La “intransferibilidad” de la experiencia. Es un “maestro zen” en un diálogo con su aprendiz: - A cuánto daremos esta vuelta. –Duro. - ¿Y la segunda? – Más duro. La sapiencia del humilde que se desencuentra con la lógica académica, y sin desafiarla la derrota.
Antaño correr por horas detrás de una animal fue la única vía para sobrevivir, la bestia se cansaba y a comer, también fue una manera de evitar ser engullido, luego vinieron las herramientas, las armas, el cultivo, la agricultura, la producción, la industrialización, la tecnología y aún seguimos corriendo. Unos corren rápido por el desierto para llegar por El Paso a Estados Unidos, los subsaharianos corren al pasar el Estrecho de Gibraltar. Patrick Makau, con sus 2 horas 03 minutos en el maratón corre para salir de la pobreza, corre como los pobres. Los más pudientes corren del estrés. Hay quienes corren de un divorcio, o los que corren por placer. Parafraseando a Zatopek, cuando se cruza el límite del dolor y el sufrimiento, allí donde se separan los hombres y mujeres de los niños, todos podemos ser pobres otra vez.   

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